Canarias.

El tener la oportunidad de navegar por un achipielago con un velero… Puedes hacer navegaciones de día y cambias de una isla a otra, de un fondeadero a otro, de una gente a otra… todo cambia y solo has navegado unas horas. Si necesitas mar, navegas un par de días y estarás en otras islas y fondeaderos… Navegando por los barloventos de las isalas la navegación es tranquila y homogénea, por los canales el viento se canaliza… los sotaventos… que ajetreo!!
Las islas Canarias están en medio de los vientos aliseos, las que se sitúan más al este son las mas sopladas y viejas por lo que son las mas desérticas, con una diferencia tal que en Lanzarote no podrás encontrar un árbol a no ser que sea palmera y en La Palma hay selva de Laurisilva, bosques enormes de Castaños, musgo, rios!!… Es como recorred el mundo entero pero reducido a escala. También las gentes varían muchísimo según la isla. Tuvimos la suerte de poder navegar por todas ellas salvo El Hierro.
Hay mucha vida marina y de todos los tamaños… Hemos visto caballitos de mar, tiburones Angel, Meros espectaculares, rayas, infinidad de peces de cualquier color, tuve la gran oportunidad de estar buceando con ballenas…!! Con esta anécdota de las ballenas me voy a estirar porque fue una preciosa y excitante experiencia como nunca antes había tenido. Navegando a motor al noreste de Tenerife, con una gran encalmada nos topamos con una manada de Ballenas Piloto, sumarían un total de mas o menos 20, habiendo tanto adultos como crías. Estaban todas muy tranquilas y nos dejaron acercar mucho sin espantarse, siempre dejándolas un buen margen de “intimidad” y a velocidad muy reducida. Sentí todo tan tranquilo y pacífico que no dude en tirarme al agua para probar suerte y ver si me hacían un huequito entre ellas… La visibilidad del agua era máxima, luz de mediodía, cielo azul… Bajé por la escala del velero muy tranquilamente, bueno, me refiero sigilosamente porque tranquilo nada. No me metí en medio de ellas, entré al agua un poco retrasado del grupo, con aletas largas para ir así alcanzándolas poco a poco. Aun con todo esto, según estuve en el agua miré al frente y distinguí una bola negra a lo lejos, se acercaba directa, sin titubeos o timideces… me quedé paralizado, ahora estaba en el agua, su medio, con un “poquito” mas de fuerza, destreza y adaptación que yo… Opté por quedarme quieto sin quitarla el ojo e intentando transmitir tranquilidad y confianza… Eso es lo que dicen que tienes que hacer cuando te encuentras con un bichito de estas características no!!?? No se si lo hice pero si que lo intenté. Se me acercó hasta un par de metros reduciendo la velocidad según llegaba, viró y se fue alejando poco a poco. Uffff ¡!!! Me imaginé entonces que me dió permiso para continuar allí y así lo hice. Estuve nadando y buceando al lado de una ballena y su cría, que sensación! Mantenían siempre una distancia de diez metros pero me sobraba. Una de las mejores sensaciones que tuve en mi vida.
En la isla de La Palma disfrutamos mucho el monte y las excursiones. Teníamos una amiga y nos quedamos un tiempo. Después de tanto tiempo en Lanzarote echábamos de menos la montaña y el verdor. La isla se podría dividir en cuatro zonas. El sur es desértico, el este selva de Laurisilva y Bosques muy densos de Castaños, el oeste verde con cultivos de Plátanos, el norte también con cultivos pero vegetación mas castigadas por el viento y en el centro una gran Caldera (Caldera de Taburiente). Todo esto en una mini isla… Hay muy poco turismo y el que viene lo hace para hacer paseos de montaña.
Cuando nos fuimos de La Palma, por supuesto con mucha pena, nos quedaba por delante otra temporadita en Lanzarote. Tenia que hacerle al velero algunas preparaciones para el viaje que vendría poco mas adelante. Si bien la temporada anterior estuvimos en la parte sur de la isla, ahora nos tocaría la parte este por tener un fondeadero buenísimo y una marina muy accesible en medio de la “ciudad”, donde podría encontrar todo los materiales que necesitaría. Muy buena temporada entre amigos, barbacoas y reparaciones.