En el camino

sábado, 2 de mayo de 2009

Bilbo - Ribadeo



El plan era Rivadeo como primera escala, al atardecer calló el viento y fondeamos en Santander. No vino para nada mal. Descansamos, nos pegamos un baño y nos fuimos haciendo mas a la idea de lo que estábamos empezando. Zarpamos a motor después de comer con un día esplendoroso pero sin viento. A la tarde empezó a llegar el esperado viento y según fue pasando el tiempo el viento fue arreciando. Por la noche ya estábamos en fuerza 6 de atrás, gracias es la única palabra que podía decir… El Wind Chime campeón estaba que no se lo creía. Se había ido desperezando de toda la inactividad acumulada durante dos años de preparaciones y arreglos, y de repente se veía navegando con buenos portantes y diferentes aguas… Por mi parte tampoco me lo creía, con unas condiciones excepcionales, con mi velerito bailando feliz con las olas, con un piloto de viento que en el anterior viaje largo no tenia (que locura!!) y llevaba el rumbo mientras yo miraba las estrellas y las luces de tierra… Otra vez navegando de verdad!!!! Otra vez ensimismado en mis pensamientos con el sonido del agua y barco de fondo!!!! Soledad a veces desesperante y en este caso vendita!!!! Otra vez haciendo todo sin hacer nada!!!! Que me pongan rock&roll que grito de emoción!!!! Que me pongan música clásica que me relajo hasta caerme!!!! Bien.
Se mantuvo el viento y fuerza hasta Rivadeo que llegamos a la tarde. Ya conocíamos el puerto de Rivadeo y nos gusta mucho, es cómodo, te tratan de lujo, muy buenas instalaciones y profesionales trabajando. Encontramos la amabilidad y sonrisas gallegas que buscábamos…