En el camino

sábado, 11 de abril de 2009

Zarpamos


El caso es que al zarpar la situación no fue de pelicula de Hollywood, ni multitudes, ni caras bonitas y descansadas, todo sonrisas... Lucia de resaca habiendo dormido dos horas después de fiestas de Sopelana si mal no recuerdo, un día medio nublado con viento suficiente para navegar bien salvo por el detalle que venia de ceñida. Mis padres y familia como siempre incondicionales, fueron para dar la despedida a su pequeño, algún amigo que coincidió (los demás o no lo sabían o no lo creían, después de tantas fechas de salida…). Una sensación de… no se como explicarlo porque mas que una sensación es un cocktail de sensaciones contradictorias. Sentimiento de grandeza de horizonte, aun siendo las mismas aguas a las que había navegado muchas veces el horizonte se ve diferente, mas infinito si cabe y cuando uno echa la mirada hacia atrás sabe que esta aconteciendo una despedida. Un retortijón juguetón se crea en el estómago y en el alma. ¿Dulce o salado? Ambos, lágrimas y risas se hacen amigas y juegan con uno, si lo intento controlar entra el pánico si las dejo jugar es mas divertido.
Lucia? Dormida en el camarote… avísame cuando lleguemos…